La rinoplastia es un procedimiento quirúrgico diseñado para mejorar la forma, el tamaño y la armonía de la nariz en relación con el rostro. Se trata de una de las cirugías estéticas más solicitadas en todo el mundo, gracias a su capacidad para transformar la apariencia facial y mejorar el equilibrio de las facciones, siempre respetando la naturalidad y las características únicas de cada paciente.
Además de sus beneficios estéticos, la rinoplastia también puede corregir problemas funcionales, como desviaciones del tabique o dificultades respiratorias, ofreciendo así un impacto positivo tanto en la apariencia como en la calidad de vida del paciente. Cada rinoplastia es totalmente personalizada, ya que cada rostro es único y requiere un enfoque individualizado para lograr resultados armónicos y naturales.
La cirugía puede abordar aspectos como el perfil nasal, el ancho de la nariz, la punta nasal y la simetría general. Durante la consulta inicial, evaluaremos cuidadosamente la anatomía facial, escucharemos tus expectativas y diseñaremos un plan quirúrgico adaptado a tus objetivos.
Gracias a los avances en técnicas quirúrgicas y al uso de tecnología moderna, la rinoplastia actual es más precisa y segura que nunca. La recuperación suele ser progresiva y, siguiendo las indicaciones médicas, la mayoría de los pacientes pueden retomar sus actividades diarias en poco tiempo obteniendo resultados definitivos a las pocas semanas.
Más allá de la transformación estética, una rinoplastia bien realizada puede fortalecer la confianza personal y el bienestar emocional, al permitirte sentirte cómodo y seguro con tu imagen. Si estás considerando esta cirugía, estamos aquí para brindarte información clara, acompañamiento profesional y un plan personalizado, asegurando resultados que resalten tu belleza natural de manera segura y armónica.
ANTES Y DESPUÉS
La rinoplastia ultrasónica es una técnica que utiliza un instrumento quirúrgico especial, el piezotomo, para realizar los cortes en el hueso que sean precisos. Este método aumenta la precisión y disminuye la inflamación postoperatoria por lo que mejora la recuperación.
Dependiendo de la técnica quirúrgica realizada pueden necesitarse una especie de tapones que se ubican en las fosas nasales. En casos en los que no se modifique estructuralmente la nariz, especialmente el tabique, pueden no ser necesarios.
A diferencia de lo que a priori podemos pensar, la rinoplastia es prácticamente indolora. Las únicas desventajas de la cirugía es la inflamación y los hematomas que pueden surgir tras la misma, resolviéndose normalmente en una semana tras la intervención.
General.
1 a 3 horas.
Ambulatorio.
1 a 2 semanas.
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